domingo, 28 de diciembre de 2008

Gracias a Paul Feyerabend

A la sincronicidad

!OH¡ terrible sincronicidad
permiteme escapar
correr a donde pueda,
decir que no.

Señales inconclusas
débiles
que no puedo
descifrar.

visiones
ruidos,
voces
situaciones extrañas que se repiten
y se hacen cotidianas.

destino
deidad sádica,
prolongan la duda
pero me hace mas sensible.