viernes, 1 de abril de 2011

Lugares comunes en la cuentística de Manuel Díaz Rodríguez y Luis M. Urbaneja Achelpohl

Manuel Díaz Rodríguez (1871-1927) y Luis M. Urbaneja Achelpohl (1873-1937) pertenecen a la generación de los poetas modernistas. Según Pedro Díaz Seijas: “el cuento Venezolano tiene origen reciente. Nace a fines del siglo XIX. Concretamente, sus verdaderos creadores pertenecen a la generación modernista”. Ambos autores son contemporáneos, ampliamente influenciados por las corrientes filosóficas, estéticas y filosóficas Románticas. El momento histórico en el cual se desarrollaron corresponde a una época de cambios sociales y políticos de gran importancia tanto en Hispanoamérica como en el resto del mundo.
Según el diccionario enciclopédico de las letras de América latina:

“El modernismo literario es un movimiento que, iniciando fragmentariamente en los textos de algunos escritores, se consolida muy rápidamente luego de la publicación de azul… y logra dimensión continental, originando la vertiente rubendariana en la literatura de la época”.
Se inicio primeramente en el sur, Chile y Argentina. Para luego extenderse por toda Latinoamérica, con un gran desarrollo en el Brasil. En Venezuela además de los dos escritores tratados aquí debemos agregar también a: Pedro Emilio Coll, Alejandro Fernández García y Rufino Blanco Fombona. Todos relacionados con las publicaciones de El Cojo Ilustrado y Cosmópolis.

En el presente trabajo se llevara a cabo un a análisis de los cuentos:

1. Las ovejas y las rosas del Padre Serafín, de Manuel Díaz Rodríguez.
2. Ovejón, de Luis M. Urbaneja Achelpohl.
Se utilizaran como herramienta de análisis el método Formalista Ruso. El cual encontramos didácticamente explicado en el artículo de Tzvetan Todorov: Las Categorías del Relato Literario.

Sentido e interpretación

Tanto en el cuento de Díaz como en el de Urbaneja se narran unas historias totalmente factibles. Que se inician con el desarrollo de una escena trágica que desencadena en la persecución de un supuesto culpable. Este ser que es perseguido se le da un trato ambivalente Héroe/Villano, resaltando tantos sus aspectos Positivos como negativos, Buenos o Malos, socialmente Hablando. En ambos individuos la identidad o nombre es borrosa o irreconocible, por lo tanto la descripción es física, en su mayoría utilizando una metáfora de la naturaleza, para que a manera de símil se nos describa al individuo. Es la imagen que se nos da de ellos:

“Ni se sabe cómo se llama, continuo el narrador.
Se llama Heriberto Guillén
A mí me dijeron que Julián Perdomo” Las ovejas y las rosas…
“! Ovejón! ¡Ovejón!...
Ovejón sabía muchas oraciones… Ovejón

Historia y discurso

La narración de ambos relatos es sencilla, aunque a veces la historia se pierde, en el momento en el que se describe en detalle la naturaleza que rodea al personaje. El hilo conductor de las historia es continuo de principio a fin. Existe un encadenamiento de los sucesos. Dándole factibilidad a la historia. Se mantiene la necesidad por parte del lector de llegar hasta el final, pues el sufrimiento de los protagonistas ante la persecución o el dolor así lo permiten. La narración evoca un paisaje nacional conocido, una fauna conocida. Como lo es el pájaro Martin Pescador en Ovejón o los sembradíos de café en las ovejas y las rosas…

El relato como historia

En ambas obras se describen dos hilos narrativos que se desarrollan paralelamente y que al final se van a enlazar para terminar de dar el sentido, incluso la “moraleja”. En la obra de Urbaneja se narra la persecución de “Ovejón” y al mismo tiempo el sufrimiento del Mendigo, como personaje opuesto. Ambos personajes se encuentran cuando ovejón le salva la vida al Mendigo, le lava las heridas, los pies, “hoy por ti mañana por mí”. En la obra de Díaz existe una persecución a un negro jugador que asesina accidentalmente a otro hombre( Saturno), paralelamente al desarrollo de la persecución, se describe la vida del padre Serafín y su ingenuidad. Se da el encuentro entre el cura y el asesino cuando la masa enardecida lo captura y tortura. El padre Serafín suplica por la vida del reo en vano y lo confunde, o lo imagina como el Cristo. En ambas narraciones se evocan figuras mitológicas olímpicas como Saturno, la medusa o Venus (una especie de sincretismo pagano-cristiano). Pero existe una metáfora mística cristiana especifica, descrita en el perdón y la redención, o e en el lavado de los pies (romanticismo).

“Al verlo, chorreando de sangre y casi desnudo, vivo Ecce-Hommo, sanguina monstruoso en fondo de sepia, el padre serafín, trabadísimo, abrió los brazos en cruz y cayó de rodillas frente al hombre como ante una aparición del crucificado: ¡Dios mío, perdón! ¡Dios mío, perdón!!Que han hecho! Las ovejas y las rosas…
“El hombre se aproximo al mendigo, examinó la herida y con el agua del rio comenzó a lavarla, como lo hiciera una madre a su tierno infante…” Ovejón

Lógica de las acciones:
Las repeticiones

Es evidente que la antítesis de los personajes es el motor de las acciones:

• Asesino/Padre Serafín
• Mendigó/ovejón
• La horda enardecida/ Padre serafín
• La horda enardecida/ el mendigo

El asesino de Díaz es un negro jugador, que alardea de su suerte y es acusado de brujo. Se le acusaba de brujería pues de un pedazo de su cabello arrancado salía un ratón. El cura del pueblo es un cura idealista que tiene a su pueblo por nobles ovejas, que al final traicionan su ideal y le producen una especie de locura.

El Ovejón de Urbaneja es una especie de Robín Hood, que a pesar de ser buscado para matarlo se toma el tiempo de curar al mendigo. El cual es astuto y en algún momento de la narración piensa en entregar a su salvador.

La masa, sin razón, posesa por la sed de venganza se manifiesta como las fuerzas naturales, que luchan en contra de la razón individual de preservación y sublimación.
El modelo tríadico
En Las ovejas y las rosas del Padre Serafín:

1) El asesinato de Saturno el hijo de Higinia
La persecución por parte del pueblo
La captura del asesino
2) El juego de dados entre el asesino y Saturno
El asesinato de Saturno
La huida del asesino
3) la persecución del asesino
El descubrimiento del padre Serafín
La captura del asesino

Conclusión: Muerte del asesino y la locura del padre Serafín.

El modelo Homológico
En Ovejón:
La persecución de Ovejón El mendigo circula herido El mendigo es curado por Ovejón El mendigo agradecido no delata a Ovejón
Ovejón cura al mendigo El mendigo permite la cura Ovejón es acorralado El mendigo mata a la yegua
Ovejón es acorralado El mendigo agradecido no lo delata El mendigo mata a la yegua Ovejón logra escapar
Ovejón logra huir El mendigo mata la yegua Ovejón escapa El mendigo cobra la recompensa
Todas las acciones corresponden a la dinámica entre Ovejón y el mendigo.

Los personajes y sus relaciones

Aunque Todorov señala en su artículo citando a tomachevski: “El héroe caso no es necesario a la historia. La historia como sistema de motivos puede prescindir enteramente del héroe y de sus rasgos característicos”. En nuestras dos historias lo heroico se encuentra más que presente. No solo en el Padre Serafín, también, en el asesino que cansado de huir decide enfrentar a sus perseguidores y al final pide la confesión. O en el mendigo de Ovejón que a pesar del interés por cobrar la recompensa por la cabeza de ovejón decide no delatarlo y matar a la yegua. Tanto en Díaz como en Urbaneja lo heroico es trágico, por que, o bien termina en la muerte o en la locura simbolizada en la rosas del pecho del padre Serafín y su actitud delirante, “y el padre, sonriendo con aquella sonrisa de ciertas locuras dulces que debe ser las misma de la felicidad perfecta, a los pueblos confundidos mostro las manos y el pecho desnudo en donde la pereza y los abrojos del Ávila prendieron tres vivas rosas”.

Los predicados de base

En las ovejas y las rosas del padre Serafín
Deseo:

1. El deseo del pueblo de capturar al asesino.
2. El deseo del padre de salvar al asesino.
3. El deseo del asesino de salvarse.

La comunicación:

1. El rumor de la captura del asesino.
2. El sermón del padre al pueblo.
3. La confesión irrealizada del asesino.

Participación

1. La participación del pueblo en la persecución.
2. La huida del asesino.
3. El intento del padre de salvar al asesino.
4. La huida del padre.

Las reglas de oposición:
Algunos ejemplos:

1. El deseo del pueblo de capturar al asesino ↔la huida del asesino.
2. El rumor de la captura del asesino↔ El contra rumor.
3. El asesinato del asesino↔ Las acciones del padre para impedirlo.

Las transformaciones personales

En Ovejón se describe a un mendigo tosco y aparentemente poco inteligente. Sucio y mal oliente. Quien es rescatado de una muerte segura. Que por su estado de indigencia, es poco probable que respetara algunas normas de solidaridad y lealtad. Pero que termina no delatando a Ovejón, buscando una salida intermedia, hermética. Metáfora que es simbolizada por el cumulo en forma de pirámide de piedras, colocadas en el camino. Típica ofrendas que se le dedicaban al dios Hermes. Lo cual revela una habilidad psicopónpica del mendigo, al igual que la ambivalencia del héroe/villano del Ovejón.

En las ovejas y las rosas del padre Serafín ocurre aparentemente una transformación negativa. Cuando posterior a descubrir la verdadera naturaleza de su pueblo y presenciar la muerte del asesino/Cristo, el padre enloquece, delira. A manera de una participación mística con la naturaleza y el símbolo cristiano de la rosa. Lo que evidencia la utilización de la metáfora alquímica por parte del autor.

Las reglas de acción

Es indiscutible que las sucesiones de las acciones A-B-C-D obedecen a un hilado lógico de la historia, donde cada personaje le aporta un aspecto de su estructura. El padre con lo místico-religioso, el mendigo con la lealtad etc. Este hilado inicia con un asesinato y termina en otro, lo cual, tiene como consecuencia en cada caso la transformación:

1. La locura del padre serafín.
2. La identificación con lo heroico por parte del mendigo.

El relato como discurso
El tiempo del relato

El tiempo del relato es lineal, aunque en ambos cuentos se desarrollen otros hechos paralelamente, incluso la naturaleza es descrita como un elemento que acompaña directamente a lo temporal, a la trama. El rio que pudo haber matado al mendigo, los cafetales y los arbustos espinosos que cortaban al asesino en su huir. Hay un tiempo en el discurso continuo donde se mantiene una misma intensidad en las acciones con un encadenamiento temporal sin tropiezos. Aunque cuando se describe a la naturaleza el relato adquiere una cierta musicalidad, adoptando una prosa rica en imágenes.

En relación a la posición del narrador frente al personaje, podemos describir que en ambos relatos:

Narrador Vs personaje

SegúnTodorov: “esta fórmula es la más utilizada en el relato clásico. En este caso, el narrador sabe más que el personaje”.

El ser y el parecer

Por lo breve de ambos relatos, no se dejan explorar los personajes psicológicamente. Así que quizás la aproximación se hace por medio de los arquetipos nombrados. El cura, el jugador, el mendigo, la madre, el asesino.

En Ovejón: “Un mendigo, sucio y roto, abofellado el rostro, los labios gruesos y la piel cetrina, llena de nudos y pústulas, penosamente arrastraba un pie descomunal, hinchado, deforme, donde los dedos erectos semejaban cuernos bajo una piel agrietada y escamosa”.
Los modos del relato

En ambos relatos los narradores nos “muestran las cosas” (Todorov). Usan la narración: “La crónica o la historia es, creemos, una pura narración, el autor es un simple testigo que relata los hechos; los personajes no hablan; las reglas son las del género histórico…”

En relación a los aspectos y modos del relato se evidencia la utilización del estilo panorámico como ya fue descrito Narrador>personaje. Tomando en cuenta las palabras de los personajes y las palabras del narrador o de las imágenes del personaje y las imágenes del narrador. Existen diferencia no muy marcadas entre ambos autores que utilizan un leguaje sencillo, plagado de imágenes mitológicas.

La infracción al orden

En ninguno de los dos relatos se evidencia una infracción al orden narrativo, al aspecto temporal, tampoco una disrupción en el hilado de la acciones que dan como resultado un devenir lógico de lo que va a ocurrir, incluso haciendo un tanto predecible.

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